Cuando los días se aceleran, la rutina y los horarios me absorben, cuando estoy cansada, me quejo. Cuando entro en esa espiral de agotamiento, quehaceres, obligaciones y fechas de entrega, me olvido de lo que realmente importa. Y es que aunque sea agotador bajar mil veces a Vera de los sitios, secar los charcos que hace en el salón con las botellas de agua para saltar como Peppa Pig o se mete en la bañera con la ropa como Ponyo, tengo que parar en seco y pensar que tengo dos personitas a mi lado con las que crezco. Que por cualquier motivo pueden no estar o irme yo y no volver a esos momentos nunca.
Aunque me duela la cabeza de oír a Nora hablar sin parar, en serio, sin parar, mientras me cuenta sus historias, teorías o inicia sus preguntas que nunca tienen final, tengo que recordarme a mi misma que cada palabra es importante, porque lo que hoy te agobia, puede que lo eches de menos mañana. Y es que todo eso que no me permite a veces disfrutar de mi vida, está tapando mis ojos y tengo que hacer un esfuerzo para darme cuenta de lo afortunada que soy de tenerlas en mi vida, de aprender lo que cuesta avanzar un pasito como familia, que si mi camino personal fuera sencillo no apreciaría cada pequeña conquista.
Se me olvida lo que me gustaba meterme en el armario de mi madre y oler su ropa, olía a ella. Y veo a mis peques que hacen lo mismo, a veces las regaño porque acaban descolgándome todo y no veo que es su pequeño momento de placer y que tampoco es tan grave colgar siete vestidos otra vez.
Se me olvida lo que me gustaba a mi subir a las alturas, retar mis habilidades o encontrar un delicioso manjar en plena calle, un chicle del suelo. En vez de dejar que el histerismo se apodere de mí, debería decirle a Vera, aunque sean mil veces, que mamá le da uno, aunque sean malos, peor es que se los coma del suelo.
Tengo que olvidar el mundo y disfrutar de mi familia. Pensar que aunque Papi no haga las cosas a mi ritmo, las hace y es un gran padre, y discutir no sirve de nada, porque mañana tiene un accidente camino al trabajo y no podría darle las gracias nunca más por esto que hemos construido, que aunque no sea perfecto, es nuestro.
Tengo que aprender a parar más, pensar menos y respirar poniendo mis sentidos en el momento. Olvidarme de los «problemas» creados por el entorno. Aceptar lo que tengo hoy y no pensar en una salida constante. Tengo que parar. Disfrutar hoy, cada segundo. Y es que a veces hacemos de todo algo tan grande que se nos olvida que lo único que podemos disfrutar es el ahora y lo que tenemos delante. Compartir ese momento con alguien maravilloso. Porque eso, eso es la felicidad.
Hoy me levanté profunda. Disfruten de lo que tienen! Ya se acaba la semana. Besos! 🙂
Segundos Pasos
vaya cuanta razón… eso me ha hecho pensar en mi tarde de ayer… llegué del trabajo y vi unas manchas nuevas en las paredes, así que me puse a quitarlas y estuve como dos horas haciéndolo… le dí la cena al peque y le acosté… en lugar de haber estado jugando con él… ays que me emociono y todo…
mariaddlor
Pero eso me pasa a mi muchas veces. Tumbada con Vera hay veces que estoy deseando irme al salón a descansar en vez de disfrutar de esas manos rechonchitas en mi cara. Momentos de lucidez para volver a la parte buena de las cosas 🙂 Un besete!
Ana
Que gran verdad Mady…, doy fe de ello. Un beso y disfruta cada segundo de » esa nuestra manera de vivir»
mariaddlor
Siiii. un besete!
noemi
No te olvides nunca de disfrutar de toooodooo lo bueno que tienes en tu vida. Es necesario pararse y reflexionar. Gracias por hacernos pensar en las cosas importantes hoy. Besazos guapa.
mariaddlor
Un besote reina!!!!
Rocío
Que bonito escribes Madi. Llevas toda lo razón. A veces hay que parar, disfrutar y recordar todo lo bueno que tenemos. Un abrazo
mariaddlor
Gracias guapa! Me alegro de que sirva como parada del bus, que vamos a tope con los pasajeros 😉 Un besete!
Piruli
Ay cómo te entiendo y qué razón tienes…
A veces hay que ser un poco fatalista para apreciar lo que tenemos.
Besos
mariaddlor
Yo soy bastante fatalista, jajajaja. Siempre pienso que al menos en el blog tienen gran parte de mi experiencia con ellas. Si me pasa algo, les queda esto… así que imaginare, jajaja. Definitivamente, hay que estar más aquí. Muaka!
Bichilla
Qué bien me viene leer esto ahora… Necesito luces, muchas luces para disolver las sombras. Nosotras podemos!! Gracias guapa.
mariaddlor
Un besote linda! Claro que sí!
paula sd
Toda la razón. Yo me olvido demasiado a menudo, entro en la espiral de enfado. Luego me arrepiento y de nuevo me enfado, esta vez conmigo misma. Por no saber disfrutar, por querer que todo se haga perfecto y a la primera,…..Lo intento, de verdad que sí.
Me ha encantado.
mariaddlor
Sí, yo creo que todas somos muy exigentes con nosotras y al final mientras intentamos tener todo al día nos olvidamos de que es un regalo tener polluelos. 🙂 Un besete!
Annie74
Joer madi, me hiciste llorar, que razón tienes. Respiramos y no olvidemos disfrutar de los momentos que nos dan nuestr@s fierecillas, que seguro los echaremos de menos.
mariaddlor
Jajajaj, a veces me pasa, yo también lloro cuando lo leo, jajaja. Es que hacemos de todo un mundo y no disfrutamos como deberíamos y es una faena tener que pasar por un golpe de la vida para apreciar lo que se tiene. Muaka!
Mama piofaurio
Tienes toda la razón, yo también he pensado últimamente eso, que, aunque muy cansado, no creo que vaya a tener un momento más pleno en mi vida. Pararse y respirar para aterrizar en el presente, eso es lo que predica el mindfulness o atención plena. Estoy haciendo un curso, enfocado sobre todo a la enseñanza, pero que me está sirviendo mucho para mi día a día. Te recomiendo el libro Padres conscientes, hijos felices, creo que te podría gustar.
mariaddlor
Muchas gracias! Me lo apunto! A ver si lo tiene mi sister, si no lo pillo por amazon. Muaka!
Mi Álter Ego
La verdad es que a veces hay que pararse a pensar qué pasaría si mañana ya no estuviésemos para aprender a aprovechar lo que tenemos hoy. Un besote!!!
mariaddlor
Sin duda
diasde48horas
Ay, que casi me emocionas y todo… claro que sí, hay que aprender a disfrutar de lo que tenemos y olvidarnos del resto. Que el tiempo pasa y luego nos arrepentimos de no haber aprovechado para estar más y disfrutar más de ellos.
Justo hoy hablaba de eso en el blog, de dejar de pensar en el resto del mundo y pensar más en nosotros como familia