29.noviembre.2013
Recién cumplidos los diez meses (ayer), mi pitufa pequeña se está empezando a soltar. Me apetece compartir este momento con vosotras. Sin zapatos, sin ayuda ni empeño mío, a su ritmo, ha llegado a esto. Es una de las cosas más bonitas de la maternidad, ver a una personita que ha salido de ti, que es una miniatura tuya, dando los primeros pasos. Ya viví los de la mayor, pero siempre es emocionante esto de estrenar habilidades.
Vera siempre ha sabido comunicar lo que necesitaba, ha sido bebé de porteo 100%, vamos, que hasta los cuatro meses ni olió el carro, siempre con mami y llegó un momento en el que el espíritu aventurero y curiosón de mi pequeña acuario empezó a llamar a su puerta. A su bola va siempre, pero reparte amor y cariño constantemente. Se duerme sola, pero acompañada, come sola, bebe sola, pero si necesita mimos pide teta (cada vez menos), abre todos los cajones, se pilla las manos y frunce el ceño, no llora y luego tiene mucho cuidado para no volver a hacerse daño. Demanda mucha libertad, se lo deja muy claro a la «tata». Y, de pronto, con nueve meses y medio da dos pasos, y con diez recorre a su ritmo el pasillo. Y yo es que me muero del amor. Es mágico, verla crecer es un placer indescriptible y un alimento para el alma como pocos.
Sólo por poder ver esto merecen la pena las noches sin dormir, el cansancio, las sesiones maratonianas de mami non-stop. ¡Feliz fin de semana mamis! Y barrigolas, esto mola mucho, no todo va a ser malo 😉
¡Que tengáis un fin de semana maravilloso! Besitos
Drew
Jajajaja me alegro de que no todo sea malo 🙂 si es que son comestibles, y tus nenas han salido como la madre, cañeras!
Besos!